- Aseveró Dahlia Antonio, en el Simposio “Géneros menores y risa”
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver., 09/11/16.- Dahlia Antonio Romero, quien realiza una estancia posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L) de la Universidad Veracruzana (UV), afirmó que las calaveras literarias son un reflejo de la gran riqueza cultural de México, al momento de impartir la ponencia “La muerte casera pegada con cera: genealogía, fortuna y risa de la calavera literaria”.
El 3 de noviembre dentro de la mesa de trabajo “Géneros populares mexicanos”, que formó parte del Simposio “Géneros menores y risa” realizado por el IIL-L de la UV; también participó Claudia Gidi Blanchet, investigadora de este instituto, con la ponencia “La figura del pelado en el teatro popular mexicano”.
Dahlia Antonio declaró que pese a su arraigo popular, las calaveras literarias son un género menor de la literatura que no posee antologías ni un corpus sistematizado, como podría ser el cancionero mexicano.
Expresó que la risa es la principal característica de estos versos que forman las calaveras literarias, al mismo tiempo que explicó que están ligados a la fiesta carnavalesca del Día de Muertos; añadió que estas creaciones se deben tomar en cuenta para estudiar obras cumbre de la literatura nacional como Muerte sin fin de José Gorostiza y Pedro Páramo de Juan Rulfo.
La investigadora compartió que el origen de las mismas se remonta al siglo XIX y está vinculado a la prensa, hojas volantes y diarios de la época; relató que siguen vigentes y se les encuentra en medios electrónicos y redes sociales, e incluso son el tema de concurso de diversas casas editoriales.
Comentó que tanto ahora como antaño, las calaveras versan sobre sucesos que estremecen la escena nacional e internacional, critican a gobernantes locales y nacionales, hablan de sucesos del panorama mundial como las elecciones presidenciales estadounidenses o la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).
Dahlia Antonio aseguró que estas expresiones son una tradición con gran vigor en México, y pese a que en otras naciones existen géneros literarios similares no tienen tanto arraigo en su cultura popular; agregó que conservarlas es preservar la idiosincrasia “y ese toque humorístico de ver a la muerte que nos distingue como país”.
Dentro de su participación, Claudia Gidi narró cómo se configuró la figura del “pelado” de la risa en el teatro de carpa. Mencionó que se trata de un personaje que existía en la sociedad y dio el brinco a los escenarios; a principios de la década de 1940 tuvo un gran auge en el teatro de carpa donde muchos de los cómicos de esa época hicieron una interpretación de él, y uno de los más conocidos fue Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, mejor conocido como “Cantinflas”.
La investigadora enunció que la razón de que una gran cantidad de cómicos adoptaran a este personaje para realizar su rutina humorística, se debe a que ellos provenían del pueblo y le hablaban a éste por medio de esta interpretación que era una figura importante.
“La principal característica del ‘pelado’ era el albur, el juego con el lenguaje y sus palabras obscenas, y esta caracterización fue un personaje protagónico del teatro de carpa, que si bien era una forma simple o menor del teatro mayor en el cual reposaba la cultura, dentro de él se hacía un manejo del humor y la risa que por la importancia que representó vale la pena que sea estudiado”, concluyó.