- El investigador y catedrático de la UAM Azcapotzalco asistió a la XXXVI Reunión Nacional de Extensión y Difusión Cultural, desarrollado por la UV del 10 al 12 de noviembre
Claudia Peralta Vázquez
Xalapa, Ver., 18/11/2016.- En la cultura se encuentra la solución a todos los problemas que actualmente enfrentan los países, incluido el nuestro, y mientras esta variable no esté presente no habrá instrumentos de política pública eficientes y eficaces, declaró Tomás Ejea Mendoza, catedrático e investigador de la Facultad de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco.
Al participar en la XXXVI Reunión Nacional de Extensión y Difusión Cultural “Nuevos rumbos de la función de extensión y difusión de la cultura”, que la Universidad Veracruzana (UV) realizó del 10 al 12 de noviembre, subrayó que en México, al igual que en otras naciones, se requieren acciones a ese nivel, principalmente enfocadas al tema de la violencia e inseguridad prevaleciente.
Manifestó que a las políticas públicas aplicadas a la solución de problemas concretos, les ha faltado entender que la cultura es una parte primordial para hallar una solución.
“Mientras no entendamos que la cultura es una parte fundamental para aplicar políticas públicas exitosas, los problemas no serán solucionados.”
Tras impartir la ponencia “Historia y problemática de la tercera función sustantiva y universitaria: perspectivas y nuevos retos”, que tuvo lugar en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) Xalapa, puntualizó que el concepto amplio de cultura se relaciona con la identidad, cómo el ser humano se concibe a sí mismo y se relaciona con los demás, en términos de lenguaje e ideas.
Por lo tanto, consideró que hablar de la cultura únicamente desde el punto de vista de las bellas artes, no es adecuado para este concepto.
El sociólogo especializado en políticas culturales también calificó como una problemática el que a la cultura no se le considere productiva económicamente; por el contrario, hay muchos ejemplos de que proyectos de esta índole pueden ser muy exitosos, lo cual se ha visto en varios países desarrollados donde se le explota fuertemente.
Con relación al tema, Tomás Ejea hizo alusión a una anécdota del desaparecido Efraín Torrijos Herrera, quien fuera líder de la República de Panamá en calidad de jefe de Estado, de 1969 a 1981.
Narró que al acudir a la inauguración de un hospital donde se encontraban todos sus ministros, incluyendo al de cultura, cada uno de ellos le hizo saber las problemáticas que enfrentaban.
Torrijos Herrera decidió ceder la palabra al encargado de cultura hasta el final, bajo la justificación de que quería escuchar primero el planteamiento de todos, porque en realidad todos los problemas tenían que ver con la cultura, área a la que destinó un mayor presupuesto en ese momento.
El maestro, crítico y director de teatro durante 25 años, también puso como ejemplo el caso de Francia, donde el Ministerio de Cultura y Comunicación tiene 30 veces más de presupuesto para la cultura que en México.
“Es el típico caso de un Estado integrado totalmente que piensa en la cultura como un elemento central de desarrollo cultural y político, incluso como un arma de penetración imperialista.”
Eso quiere decir que si nuestra nación tuviera la misma suerte habría más espacios destinados a la expresión de la cultura y las artes, expresó.
Durante su conferencia, el autor de diversos textos sobre teatro en México, señaló que esto permite entender que nos encontramos en una función sustantiva que tiene estos vaivenes y que si hablamos de flojo acoplamiento en la universidad en general, “más flojo acoplamiento podemos pensarlo para la difusión y la extensión”.
Al hablar de la complejidad de las universidades, por la variedad de sus diferentes disciplinas, dijo que aparte de sus tres funciones sustantivas que son: docencia, investigación y difusión de la cultura, se le anexa una social que es la certificación del conocimiento.
Destacó que años atrás se consideraba a la universidad como un espacio específico para el desarrollo de la inteligencia humana con la cúspide de la filosofía, las ideas, el pensamiento y las letras, también ligada a los problemas específicos de desarrollo económico del país.
Hoy, la idea de lo que debe ser una institución de educación superior, aunado a la difusión cultural, es la extensión, dijo, lo que significa llevar los beneficios de la universidad al desarrollo de la sociedad.
Al término de su discurso, expresó que el reto actual de las universidades es entender cabalmente qué es la vinculación.
La relación universidad-sociedad se enfoca más hacia el sector productivo, para establecer unidades de atención a las necesidades de las empresas.
Aunque normativamente se dice que la vinculación se relaciona con los espacios productivos, sociales y públicos, el énfasis se hace con espacios empresariales porque pueden generarse recursos adicionales.
No obstante, caer en esta relación con el ámbito empresarial resulta absurdo para una institución tan compleja como la universidad. Por ello, es necesario considerar hasta dónde puede llegar este proceso moderno de vinculación, acotó.