- El paleontólogo James Chatters expuso trabajos de fechamiento radiométrico realizados en el cenote “Hoyo Negro”
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver., 22/11/2016.- James Chatters, investigador paleontólogo de Applied Paleoscience and Direct AMS, aseveró que los sistemas de cuevas sumergidas en la península de Yucatán son una rica fuente de fósiles representativos de mamíferos del Pleistoceno tardío y de humanos pre-cerámicos, mas no es posible comprender el potencial científico de estos hallazgos si no son ubicados en el tiempo de manera precisa.
El 15 de noviembre, al momento de impartir la ponencia “Fechamiento radiométrico en las cuevas sumergidas de Yucatán: problemas y soluciones potenciales”, dentro del VIII Simposio Internacional “El hombre temprano en América” realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) del 14 al 18 de noviembre, en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX) de la Universidad Veracruzana (UV).
El investigador compartió los trabajos que ha realizado en el “Hoyo Negro”, cenote ubicado en la península de Yucatán, que tiene 60 metros de diámetro y cuya profundidad varía de los 28 a los 43 metros.
Manifestó que entre los retos encontrados al trabajar allí, están que el ambiente químico es muy complicado, el agua adyacente al piso prácticamente no tiene oxígeno y el guano de los murciélagos supone materia orgánica que cambia el ambiente local.
Agregó que el carbón y madera flotan y no son confiables, el colágeno de los huesos expuestos no se preserva y el material orgánico no es de fiar para realizar estudios porque la base de la cadena alimenticia es antigua.
El investigador enunció que fechar restos del Pleistoceno puede ser difícil en muchos contextos, pero que lo es más cuando han estado sumergidos durante milenios en aguas ricas en carbonato y material orgánico.
James Chatters añadió que las oportunidades para un fechamiento por radiocarbono son limitadas porque el colágeno de los huesos raramente se preserva, el carbón y la madera flotan y pueden moverse por las cuevas mucho después de que ya fueron depositados originalmente.
Explicó también que el fechamiento por uranio-torio sólo puede aplicarse en casos restringidos y nunca directamente en los dientes o en material óseo.
Comentó que entre las estrategias usadas para realizar este trabajo se encuentra el fechamiento por carbono 14 en el esmalte de los dientes, mediante análisis duplicados, así como en las semillas encontradas sobre los depósitos de guano. También se realiza la búsqueda de huesos en ambientes bajos de oxígeno para que puedan ser fechados por este isótopo.
El paleontólogo afirmó que la investigación en el sitio “Hoyo Negro”, con su rica fauna y su complejo ambiente deposicional, ha proporcionado una oportunidad de entender los retos del fechamiento en la configuración de una cueva sumergida y de explorar posibles soluciones para establecer una cronología de fósiles en las cuevas de Yucatán.