Papantla, Ver., 24 de noviembre de 2016.- El fundador del Centro de las Artes Indígenas (CAI), Salomón Bazbaz Lapidus, asistió al Foro de Análisis y Propuesta para la elaboración de la Ley de Cultura, en el Senado de la República, donde presentó la experiencia del Modelo Tajín de salvaguardia del patrimonio, que reconoce el valor de la cultura para activar la economía, el turismo, la infraestructura, la vinculación interinstitucional, los procesos educativos y la herencia de la tradición.
Así, el funcionario explicó que el sistema de puesta en valor del patrimonio totonaca está constituido por la Zona Arqueológica El Tajín, que en 1992 fue declarada Patrimonio de la Humanidad; la Ceremonia Ritual de Voladores, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2009; el CAI, incluido en la Lista de Mejores Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, en 2012, y el Festival Cumbre Tajín, un suceso único por su capacidad para convocar, reunir, festejar y difundir las identidades del mundo a partir de su diálogo con la cosmovisión totonaca.
Tras destacar el carácter excepcional de la estructura pedagógica del Centro de las Artes Indígenas y sus Casas-Escuela, subrayó la necesidad de crear una instancia y un fondo especial para el financiamiento de aquellos elementos que cuentan con reconocimiento de Patrimonio Cultural Inmaterial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con el antecedente del Fondo Federal para las Ciudades Patrimonio Mundial.
El también Director General de Cumbre Tajín enunció algunas propuestas para definir políticas acordes con la multiculturalidad de México, como instaurar un organismo de primer nivel de interlocución federal, con los creadores y sostenedores de las culturas indígenas y populares; y generar las condiciones necesarias para compartir la experiencia de Buenas Prácticas del CAI con los demás pueblos y naciones, como lo recomendó la UNESCO.
Asimismo, considerar la experiencia exitosa del Modelo Tajín para replicar en otras zonas indígenas de México, valorando su aportación al desarrollo regional a partir de la cultura propia y el diálogo intercultural respetuoso con todos los pueblos; además de reconocer el valor del vínculo con la Madre Tierra por parte de las civilizaciones indígenas y considerar esta virtud un camino imprescindible para el crecimiento sustentable.
Bazbaz Lapidus aseguró que México tiene una gran oportunidad, pues la experiencia del Modelo Tajín confirma que es posible generar nuevas condiciones económicas, sociales y culturales en las regiones étnicas, mediante planes de desarrollo sustentados en indicadores, y aseguró que caminar de la mano de los pueblos originarios, preservar las culturas y mantener las ciudades sagradas es una vía para construir un futuro y un destino digno de heredar a nuestros hijos.
