Sobre si es un buen proyecto o no el que creó y rige las acciones de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz y debe desaparecer, como sugiere el investigador de la Universidad Veracruzana, Leopoldo Alafita, es asunto que corresponde resolver a las autoridades de educación en Veracruz en base a los análisis correspondientes; pero sí es seguro que deben ser castigados los responsables de lucrar con las aspiraciones de jóvenes veracruzanos. El que Aurelio Nuño haya aseverado que la UPAV es un fraude expresa de suyo las anomalías encontradas en su funcionamiento y debe procederse de inmediato.