De ser cierta la versión acerca del aguinaldo que recibieron anticipadamente Javier Duarte y algunos de sus colaboradores asistimos a un caso con el que es posible ejemplificar la contradicción entre un acto legal con un acto de justicia. La ley establece que todo trabajador tiene derecho a prestaciones previamente convenidas en el contrato de trabajo, una muy importantes es el aguinaldo, y en los términos de la Ley del Trabajo Duarte y sus amigos tienen derecho a esa prestación, se lo merezcan o no es otro cantar. Sin embargo, en este caso lo legal riñe con lo justo, pues esa pandilla saqueó en tal medida al erario veracruzano que lo dejó exhausto e inhabilitado para cumplirle a quienes realmente se benefician y necesitan de ese ingreso extraordinario. La ley es la ley.