Por si las angustias provocadas por la inseguridad pública y el aumento al precio de las gasolinas no fueran suficientes, los habitantes de los municipios de Veracruz y Medellín, tendrán que aguantar el incremento en la tarifa del consumo de agua a partir de enero próximo, servicio que está a cargo del Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento (MAS). Este incremento se produce en un contexto en que la ciudadanía está al borde de la protesta pública, pues ya no siente lo duro sino lo tupido. Corresponde a la población pagar las corruptelas que se produjeron en anteriores administraciones cuando decenas de nuevos ricos abusaron del presupuesto de ese organismo sin que haya castigo a los culpables. Eso da coraje.