Al menos para la entidad veracruzana no resulta positivo el balance entre lo bueno y negativo de lo acontecido en 2016, es manifiestamente obvio que en materia de gobierno no solo nos quedaron a deber sino que se llevaron lo que había. Pero si no fuera suficiente, la inseguridad que permea en todas las capas sociales de la población veracruzana ha dado al traste con la paz y la tranquilidad de antaño; lo ejemplifica con singular dramatismo la región sur veracruzana. Según observatorio ciudadano en solo siete municipios del sur se registraron 235 homicidios, y ninguna acción de gobierno pudo evitarlo debido a la simulación y la mentira. ¿Será diferente 2017? Por el hecho de haber nuevo gobierno la esperanza es que así sea.