En el norte, el sur y el centro de nuestro estado, en cualquier reunión familiar o de amigos, en la tertulia cafetera en la sobremesa bien servida con los humos del alcohol, cuando se introduce el tema de la sucesión de gobierno el denominador común coincide en señalar la contraria al gobierno local; razones habrá. Pero nadie puede asegurar qué partido, qué candidato, quién tomará la estafeta en diciembre de este año; las primeras incógnitas se revelarán en enero, ya sabremos quiénes serán los candidatos postulados por los partidos y quiénes de los registrados como “independientes” aprobarán el examen. Pero otras incógnitas seguirán pendientes: ¿la ciudadanía votará en castigo? ¿Qué candidatos estarán “maiceados” para participar como alcahuetes del PRI por otros partidos? ¿Quién ganará la elección? En vez de despejar incógnitas como deporte ilusorio, lo mejor es participar, a favor o en contra, pero actuar por lo que mejor convenga. 1-enero-2016.