El gobernador Yunes Linares ha sido persistente en su actitud de no permitir que unos cuantos dañen el interés general realizando bloqueos a calles y carreteras, tal cual fue el escenario casi cotidiano durante el gobierno estatal pasado, con métodos de negociación que privilegiaron “negociar” entregando dinero público para aplacar la inconformidad, pero cuando ya no hubo dinero las necesidades seguían insatisfechas, entonces los bloqueos se multiplicaron afectando a gran parte de la población veracruzana. Al menos durante el primer mes, el actual gobierno ha dado muestra de que actuará con firmeza, aplicando la ley a cuanto grupo acuda al bloqueo de calles o carreteras como medida de presión; sin embargo, existen necesidades insatisfechas, grupos sociales engañados, que aunadas a las draconianas acciones del gobierno federal en materia de gasolina, gas y electricidad no son del gusto popular e invitan a la protesta pública, la interrogante consiste en saber si el gobierno estatal resistirá la embestida de esas manifestaciones de inconformidad.