Barack Obama es el presidente de una potencia mundial ubicada geográficamente muy cerca de nosotros, pero en lo que hace a la percepción ciudadana respecto del exitoso gobierno encabezado por Barack Obama parece un antípoda del que en México preside Enrique Peña Nieto a quien la querencia ciudadana no le favorece. Obama está a días de entregar el poder y pasea por su país recibiendo aplausos y congratulaciones, en cambio, a Peña Nieto no le salen las cosas cuando está a dos años de concluir su gestión de gobierno pues a estas alturas el rechazo ciudadano es enorme. Si en lo que falta de su gestión logra posicionarse de un buen lugar en la historia de nuestro país será auténtico milagro. Entre lo que destaca del discurso de Obama está la convocatoria para estimular una actitud ciudadana vigilante “en lugar de quejarse de los políticos»”; esa es una consigna que los mexicanos debiéramos acoger como propia porque nos quejamos de los políticos cuando a nosotros corresponde ponerlos en su lugar.