Mientras la elite priista encuentra verdadera dificultad para decidir quién presidirá el CDE, la ex panista, ahora priista, Regina Vázquez Saut, califica de “mandadera” a su compañera de partido Lorena Piñón a quien señala de haber coqueteado con el PAN, partido en que ella militó antes de usar el trapecio político. Pero esto no es sino el teatro para la anécdota, porque lo que ocasiona estos estériles enfrentamientos es la falta de líderes al interior del PRI pues quienes se mencionan para suceder a Amadeo unos no concitan confianza a la dirigencia nacional y otros no parecen tener tamaños suficientes para enfrentar con éxito el reto electoral que viene. Tal es el resultado de la escasa movilidad política en el PRI en el que solo unos cuantos deciden la vida de una institución que fue sostén de todo un Sistema Político.