No demora el día en el que se decida el nombre del candidato del PRI al gobierno del Estado de México, cuya importancia estriba en el número de electores listados en el padrón electoral de esa entidad, la de mayor número de ciudadanos inscritos, le siguen el Distrito Federal y Veracruz. La pregunta radica en si ganar la elección en ese estado le garantizaría al PRI convertirse en competitivo para la elección presidencial de 2018. Por supuesto, es mejor ganar que perder esa elección, para el PRI significaría un ligero respiro, pero para el PAN o MORENA casi la elección 2018.