En México es frecuente por iterativa obsesión que una vez suceden los acontecimientos rasgamos las vestiduras y acudimos al “hubiera” como bálsamo justificativo. Así lo vimos cuando el incendio de la guardería en Sonora con el lamentable saldo de decenas de niños muertos, y todos los comentarios se orientaron hacia los cuidados en las gaurderías del país. Cuando el incendio de una discoteca en la ciudad de Monterrey pasó lo mismo, igual después de la balacera en una discoteca en la Ciudad de México. Ahora que en Monterrey un niño mató a su maestra y se suicidó todo mundo habla del programa Mochila Segura, uno más de los inscritos en la famosa Prevención del Delito, junto al de Taxi Seguro, Escuela Segura, Barrio Seguro, etc., que debiera implementar el Consejo Estatal de Seguridad Pública, si lo hace o no seguramente ni la Contraloría lo sabe.