Ayer estuvo en el programa La Conjura Antonio Pino, presidente de Canacintra, sección Xalapa, una de las organizaciones empresariales que encabezaron protestas contra el anterior gobierno porque no se les cumplieron los ofrecimientos de pagarles sus adeudos. No pocos recordarán aquel episodio bochornoso y anecdótico cuando una comisión de empresarios fueron desalojados de las oficinas del secretario de finanzas del gobierno estatal en tiempos que Audirac era el titular de esa dependencia. También hay memoria de la cena que en desagravio se llevó a cabo en casa de doña Leonor de la Miyar, empresaria emblemática de Veracruz, a quien Duarte de Ochoa pidió la convocara ese mismo día del lanzamiento; Pino comentó en La Conjura que en esa reunión el gobernador les reiteró que se les iba a pagar, y cuando le recordaron que Audirac no daba la cara, entonces fue contundente: “están hablando con el padrecito de la iglesia, no con los monaguillos”; las risas confirmaron a Duarte que le creyeron. Ahora uno es fugitivo y los otros siguen en la pepena por el pago.