Mientras el empresario mexicano alude a que el presidente Trump no es un exterminador sino un negociador y reconoce su capacidad negociadora, el ex presidente Zedillo escribe en The Washington Post que, si bien la construcción del muro en la frontera norte es una decisión soberana de aquel gobierno, México no cederá una pulgada de su territorio y que respecto al Tratado de Libre Comercio si Trump decide desaparecerlo tampoco habrá problema porque existen muchas salidas para la inversión extranjera en México. La versión de Slim radica en la identificación empresarial con Trump, y sugiere que no es como lo pintan sus declaraciones; la de Zedillo aporta inferencias producto de su experiencia como presidente de México y largos años viviendo en los Estados Unidos. Así e global no suena tan mal, pero los detalles como es la repatriación de indocumentados esperamos que el gobierno de México sepa cómo arrostrar el problema social que significa.