La Fiscalía General lleva implícita la representación social en materia de procuración de justicia, es la encargada de aplicar la ley cuando es transgredida, luego entonces de su buen funcionamiento depende el puntual respeto al marco normativo que nos rige. En el caso de quienes abusan de un cargo público se ofende directamente a la sociedad, entidad a la que juraron servir con todas las de la ley. Pero en el caso de Leonel Bustos, la Fiscalía le falla a la sociedad que confía sus asuntos a quien pueda representarla y defenderla con eficiencia y eficacia. Si como este caso se resolverán los otros, ya perdimos.