- “También hay instrumentos no institucionalizados que pueden usarse para controlar a los políticos, como son los observatorios ciudadanos”: Oswaldo Chacón, consejero presidente del IEPC
Paola Cortés Pérez
Xalapa, Ver., 3/03/2017.- Oswaldo Chacón Rojas, consejero presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas, impartió una charla a estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV), durante la cual afirmó que el voto puede ser un instrumento de control y sanción para los partidos y actores políticos, y que para ello es necesaria la figura de la reelección.
La plática tuvo lugar el jueves 16 de febrero en la sala audiovisual de dicha entidad académica, moderada por el docente Manlio Fabio Casarín León, quien expresó que abordar el tema de la cultura cívica es de gran relevancia por la situación que vive el país.
Chacón Rojas señaló que hablar de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la cultura cívica, no sólo es por su centenario sino porque el ciudadano piensa que es un documento frívolo y que no tiene mucho sentido en el contexto actual.
“Creen que es una ley que no se cumple, además tienen un desprecio hacia las instituciones porque no dan resultados y no funcionan. Vivimos un clima de enojo e irritación social como no se había vivido en las últimas décadas de democracia mexicana, y festejar a la Constitución en esta realidad es hasta paradójico e incluso contradictorio, entones es necesario reflexionar respecto a la valoración de la cultura cívica.”
En años recientes, añadió, han permeado –cada vez más fuerte– discursos que consideran que las elecciones no funcionan porque los ciudadanos no somos confiables para tomar decisiones responsables, por lo tanto la democracia no es buena, ejemplo de ello es el plebiscito por la paz en Colombia y el Brexit.
“Hay un sector importante de la sociedad –especialmente las nuevas generaciones– que se identifica o estaría de acuerdo con alternativas distintas a la democracia electoral para organizarse políticamente.
”No han funcionado los discursos que apelan a que todo debe decidirse entre todos porque los políticos son corruptos y sólo trabajan para ellos, como discurso está bien, pero en los hechos no hemos tenido la capacidad como sociedad para construir alternativas a lo que se conoce como democracia representativa.”
Ante la crisis de representación política, apuntó que la teoría de la democracia cuenta con el principal instrumento para dar solución a esta problemática: el voto –aunque ahora sea impopular.
Lamentó que en el país el voto no funcione como un instrumento para controlar a los políticos y el poder, ya que los mexicanos votan por varias razones: si el candidato es hombre o mujer, si es guapo o feo, si cree en Dios o no, incluso porque les regalaron despensas.
“Durante mucho tiempo resultó inútil porque sólo había un partido, pero una vez que el pluripartidismo se hizo realidad tampoco se ejerció el voto como instrumento de control, porque no existía la reelección en el país.”
Sin embargo, el voto de castigo o sanción al partido político tampoco ha funcionado, porque el candidato se desmarca inmediatamente de su antecesor. Quizás ahora que la reelección entrará en vigor a partir de 2018 ─para diputados y senadores─, las cosas cambien, planteó.
Mientras eso sucede, informó que existen mecanismos institucionalizados –que son alternativos al voto– para incidir en la esfera pública: plebiscitos, iniciativas ciudadanas, presupuestos participativos –en algunos estados.
“También hay instrumentos no institucionalizados que pueden usarse para controlar a los políticos, como son los observatorios ciudadanos.”
Finalmente, recordó que hace tres meses fue aprobada la política nacional en materia de cultura cívica, la cual es de gran relevancia para el país, al ayudar a enseñar el uso correcto del voto y otros mecanismos.