- La investigadora adscrita al Cinvestav del IPN, recalcó que aún no son claras las ventajas de la movilidad para las instituciones
- Participó en el panel “La movilidad como estrategia para la innovación educativa”, al lado de Alain Boutet, de la Universidad de Dalhousie, Canadá, y de Héctor Rangel Ramírez, de la UV
Claudia Peralta Vázquez
Xalapa, Ver., 22/05/17.- En su participación dentro del panel “La movilidad como estrategia para la innovación educativa”, Sylvie Didou Aupetit, investigadora adscrita al Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aseveró que hasta el momento la movilidad es esencialmente el resultado de voluntades individuales.
Esto en el sentido de que los alumnos buscan moverse y tienen más o menos clara la vía real para irse a otras instituciones, por medio de becas, a un intercambio, estancia o posgrado.
En el V Encuentro de Internacionalización “La movilidad como estrategia para la innovación educativa”, celebrado el viernes 12 de mayo, puntualizó que aunque no sería conveniente dejar atrás esa parte individual de la movilidad, porque la motivación es fundamental, se deben institucionalizar los procesos y pensar en programas que permitan vincularla con proyectos de investigación y de responsabilidad social.
“Si bien es importante la movilidad individualizada, ésta debe enmarcarse al interior de proyectos que permitan beneficiar a los individuos, a las comunidades universitarias y al entorno social.”
En la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), donde se desarrolló este panel moderado por Ricardo Corzo Ramírez, también consideró que aún no queda claro, más allá del mejoramiento de los perfiles de competencias tanto cognitivos como interdisciplinarios, cuáles son las ventajas de esa movilidad para las instituciones.
Por ello, es necesario pensar en qué aspectos específicos de la movilidad pueden ayudar a mejorar la calidad de las universidades.
Desde su perspectiva, Alain Boutet, director ejecutivo de Relaciones Internacionales de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Nueva Escocia, Canadá, dijo que siempre es un reto encontrar nuevas formas para inducir a los estudiantes hacia otra cultura y manera de pensar, y un desafío para las universidades es romper la diferencia entre las disciplinas.
Se pronunció por la necesidad de construir una movilidad que integre varias perspectivas disciplinarias dentro de las universidades, de ahí la importancia de construirla desde los programas académicos; es decir, que el estudiante se forme con habilidades interculturales, otra manera de pensar el mundo, de interactuar y buscar soluciones globales.
Compartió con los asistentes la experiencia canadiense, mediante la cual se ha tratado de vincular a la universidad con el sector empresarial, para brindar a los estudiantes ese tipo de experiencias concretas y prácticas.
“Ésta es una alternativa para formar a los estudiantes bajo una visión práctica y articulada a la realidad; sin embargo, aún falta mucho por hacer en materia del cambio de paradigmas y capacitación a los estudiantes.”
Alain Boutet calificó como otra problemática que enfrentan las instituciones de educación superior, la falta de continuidad en los planes estratégicos, incluyendo la internacionalización como uno de los ejes prioritarios de la planificación estratégica de la universidad.
En tanto, Héctor Rangel Ramírez, coordinador de Movilidad Estudiantil y Académica de la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI) de la UV, apuntó que se requiere promover un proceso de internacionalización a través de proyectos de colaboración fuertes, ya sean conjuntos, a nivel bilateral o de consorcio.
De esta forma, las universidades y grupos de investigación pueden obtener financiamiento y la posibilidad de movilización de académicos, estudiantes y la formación de profesionistas.