El cantautor argentino Ricardo Dimaria llegó a nuestro país para presentar su más reciente disco que, titulado Argentina, reflejo y sol, inundó de tonos típicos de ese país sudamericano a la Fonoteca Nacional.
Cuecas, tangos, milongas, chamamés, zambas y chacareras sonaron con toda su intensidad para deleite del público que pudo disfrutar del ritmo y sabor de aquella parte del continente la noche de este miércoles 6 de septiembre en el recinto de la Secretaría de Cultura dedicado a la preservación de los sonidos.
Ni la amenaza de temblor ni la pertinaz lluvia que se registró ayer en el sur de la ciudad evitaron la inevitable cita con el músico argentino que llegó a la Ciudad de México luego de haberse presentado en Ciudad Juárez como parte de su tour 2017.
Acompañado por el Dúo Busse-Parra, la velada musical dio inicio con Cuyanito bien plantado, tema que para Dimaria es un gran orgullo ya que con él representó a su país en el Festival Internacional de Viña del Mar 2015 y fue elegido entre más de 1500 piezas de todo el mundo en la categoría de Folklore.
Desde el principio, el público se entregó a la música argentina y acompañaba con las palmas esta rítmica obra hecha sólo con guitarra, batería y armónica. Después tocó el turno a una cueca cuyana, Cuando para Chile me voy, tema picarón que habla de un hombre que tenía dos mujeres, una en Chile y otra en Argentina.
Sin presencia de argentinos y uruguayos, Ricardo Dimaria continuó con el concierto, realizado para compartir un poco de la música argentina, por lo que llegaron los tangos: Por una cabeza de Carlos Gardel y un tango balada de su autoría titulado Buenos Aires en un suspiro, en los cuales contó con el acompañamiento del mexicano Alejandro Gómez en el piano.
Las tonadas argentinas siguieron pero ahora de la región pampeana de ese país con la Milonguita sentimental, donde el canto de un varón que señala “tal vez te provoque risa / verme tirado a tus pies”, puso ritmo y sabor al recital.
De tintes más contemporáneos, el cantautor interpretó Sudamericano del sur, para de inmediato regresar a un ritmo característico de Argentina, el chamamé que, dijo, se baila pegadito en pareja y hasta se animó a enseñar a los asistentes cómo se hace con una mexicana.
Luego interpretó Reflejo de sol, tema de su autoría con el que conquistó el primer lugar en la categoría de Canción Folclórica en el Festival de la Canción Latinoamericana de California.
Después tocó el turno al Dúo Busse-Parra que, integrado por Laureano Busse en la guitarra y Martín Parra en la batería, mostraron por qué fueron elegidos por Dimaria para acompañarlo en su gira 2017 en una chacarera titulada La vieja y una zamba, Zamba por vos.
La recta final del concierto se caracterizó por retomar el sabor sudamericano, para lo cual los músicos argentinos deleitaron a los asistentes con otra milonga Azúcar, pimienta y sal, una zamba compuesta por Dimaria, Zamba de la cuesta y un ritmo europeo pero bien adoptado en el continente, La polquita del desierto, cuyos acordes, poco a poco, iban subiendo de velocidad y el público debía apurar sus palmas para acompañar la pieza.
Esta velada de tintes argentinos culminó con Himno de mi corazón de Los abuelos de la nada que Dimaria dedicó a la Ciudad de México donde, dijo, fue un placer enorme presentarse y ante la oportunidad de un encore, el cantautor no perdió la oportunidad para deleitar a los mexicanos con una chacarera más, Argentina en el grito, tema cuya letra recuerda que “la vida pega siempre, más de la cuenta” y que, para finalizar la velada, fue ampliamente aplaudida por el público.
Información: AGB
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