Si en el gobierno estatal persisten en la actitud menospreciativa respecto de la deuda con los empresarios veracruzanos, podrían empeorar sus circunstancias. La fría indiferencia gubernamental ante la desesperación de sus acreedores pudiera escalar a mayores proporciones, al grado de que ya no basta el “debo no niego, pago no tengo”, para calmar los ánimos. Para empezar desde la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) difunden la página de Facebook “#Yunes ya págame #Yo no soy empresa fantasma”. Este problema es solo una arista de los muchos que ya tiene el gobierno estatal, hasta ahora, algunos se suavizarían con el gesto de una atención, después quién sabe porque están al borde del tobogán.