El gobierno federal ha anunciado que destinará 16 mil millones de pesos para la reconstrucción de la zona devastada por el reciente sismo telúrico en Chiapas y Oaxaca; la noticia es buena, debe acompañarla la eficiencia en los controles para la aplicación de ese recurso para protegerlo de las corruptelas de rigor. Ojala sea suficiente para esa tarea y mejoren las condiciones de vida de la población ahora afectada. Ese monto de dinero para ayudar a miles de habitantes con impacto a millones de seres humanos, es menor al que los nueve partidos políticos, el INE y los OPLES están pidiendo para enfrentar el proceso electoral 2018, y todavía lo consideran insuficiente. Obviamente, esto último es la visión de políticos ya acostumbrados al dinero fácil, enriquecidos al amparo de instituciones para la democracia como son los partidos políticos, usufructuando las canonjías de poder sin aportar nada bueno a cambio.