Si bien sociológicamente Acayucan no reunía hace 107 años los requisitos para ser elevada al rango de Ciudad, su ubicación geográfica y el protagonismo político-militar de su población durante los prolegómenos de la Revolución Mexicana (1906) la convirtieron en referencia de la inconformidad social imperante en el país tras casi treinta años de dictadura. La explotación petrolera y la refinería de Minatitlán atrajeron una numerosa migración proveniente de Oaxaca que permeó la parte ístmica de Veracruz, Acayucan se convirtió en la Puerta del Istmo. Poco de Las Choapas, Coatzacoalcos, Minatitlán, Jaltipan y Acayucan es posible explicar sin la migración oaxaqueña en esa parte de Veracruz, principalmente porque los liderazgos obreros estimularon la avenida del refresco oaxaqueño a Veracruz. Ya cumple 107 años Acayucan, la Ciudad que en un momento de la historia de México fue considerada potencialmente como la Capital del imaginado Estado del Istmo.