De entre los acreedores del gobierno de Veracruz, esas víctimas de la irresponsable administración duartista, muchos no resistieron la sequía de recursos y cerraron las puertas de sus negocios, quebraron a causa de la falta de pago. Al finalizar el periodo de Javier Duarte los empresarios abrigaron la esperanza del pronto pago, así lo habían adelantado quienes pregonaban el cambio; sin embargo, este gobierno está quebrado, carece de recursos para abordar la implementación de programas de gobierno y para pagar las deudas heredadas. Pero las Cámaras empresariales piden audiencia, diez meses han transcurridos sin ser escuchados, no es mucho pedir para quien siente la soga al cuello.