Una vez rendido su quinto informe de labores, Miguel Ángel Mancera se enrumba a una abierta participación política, ya porque tiene legítimas aspiraciones ya porque es un mecanismo de defensa propia pues lo que menos le conviene es el retorno de Marcelo Ebrard e actitud revanchista. Mancera es uno de los impulsores del Frente Ciudadano y, obviamente, pretende ser su candidato a la presidencia de la república, más en la lógica del gobierno peñista que en verdad ganar la elección, aunque en una de esas todo es posible. Deja abierta la candidatura de Monreal para el gobierno de la Ciudad de México y pide elección interna para elegir candidato a la presidencia “no veo que haya derecho de admisión o una exclusión de una u otra fuerza”, señala. Ya veremos hasta dónde crece la figura de Mancera una vez fuera del gobierno de la Ciudad de México.