En diciembre de 2012, cuando se anunció el gabinete de Enrique Peña Nieto, asombró la incorporación de la Seguridad Pública a las atribuciones de la Secretaría de Gobernación, que encabezaría Miguel Ángel Osorio Chong a quien se consideró como un supersecretario por la unificación de la operación política con la seguridad pública. Pero cinco años después esa mixtura que en su momento muchos señalaron de errónea ha venido a ser el Talón de Aquiles del hidalguense, porque razones más que obvias, pues el avance del crimen es manifiesto y el Estado Mexicano luce impotente para detenerlo. Si es óbice o no para aspirar y lograr la candidatura priista a la presidencia de la república, los consejeros del presidente y los factores de poder habrán de determinarlo.