Andrés Manuel López Obrador juega su última carta electoral en el proceso actual, sus experiencias anteriores-2006 y 2012- le dejaron enseñanzas que ahora aprovecha, ya no más de lo selectivo que fue en ocasiones anteriores, como en 2006 cuando dijo “No” a juntarse con Elba Esther Gordillo quien le hacía ojitos, ahora se alía hasta con el demonio, o mejor con los “santos” del PES. Ha dicho que este es su último tren, por lo cual acepta a quien se le ofrece apoyo, como al yerno de la señora Gordillo, eso indica el cambio de señales y enseña que para conseguir el poder no importa sumar alianzas antes incómodas, después vendría la resta.