Enrique IV rey de Francia, el iniciador de la dinastía borbónica, calvinista de origen se convirtió al catolicismo para acceder al trono de Francia, fue entonces cuando exclamó: “París bien vale una misa”. La implicación de la frase sustantiva el mensaje, como significando “qué tanto es tantito”; así pudiera catalogarse la estrategia panista para conservar el gobierno del estado, lo comprueba su alianza estratégica con actores políticos de cola larga que por lo mismo no ofrecen resistencia, porque además conlleva ventajas. En Pánuco el PAN atrajo a quien fuera “tapadera de Duarte”, en Martínez de la Torre coopta a quien previamente se le quitó un terreno donado por Duarte por obra y arte del patrimonialismo, derivado de connivencias inconfesables. Todo ocurre cuando se profundiza la brecha entre ética y política.