Hoy domingo llega a la Ciudad de México el contingente integrado en la llamada Caravana de la Dignidad, encabezada por el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, en protesta porque, según afirman, el gobierno federal le regatea el recurso a esa entidad. Pero en realidad los tiempos electorales le imprimen un sabor más político que de redención y defensa del federalismo. Ya sabemos del convenio firmado por el secretario de Gobernación y el gobernador de Chihuahua, que pone fin al diferendo, contaminado por los efectos electorales. Sin embargo se difunde en El Universal la noticia sobre un subsidio de 770 millones de pesos del gobierno federal al de Chihuahua en 2016 cuyo reporte no aparece en la Cuenta Pública de esa entidad. Eso sí no son dimes y diretes porque son muchos millones de pesos en la opacidad por quien organizó una marcha desde muy lejos hacia el centro del poder mexicano.