La ventaja de López Obrador es de 16 puntos sobre sus adversarios en pos de la presidencia de la república; esa es una delantera considerable a solo 21 días del arranque de las campañas políticas. Sin embargo, AMLO habla de fraude, lo cual es mala señal, no porque haya inminencia de que así sea sino porque aprovecha para advertir ¿o amenazar? de “soltar al tigre” “y no voy a detenerlo…”. Es decir, la condición para que ese “tigre” no se suelte consiste en su victoria, porque si pierde habrá fraude. La virtual amenaza no fue “ocurrencia” porque la repitió ante los banqueros de México, tan sensibles a ese tipo de “advertencias”. Pero, ¿existe ese “tigre”?