El próximo día 30 se cumple el plazo que el alcalde de Tatahuicapan, Esteban Bautista, le dio a los alcaldes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque para que, a cambio del agua proveniente de la presa Yuribia, hagan obra pública en ese municipio con valor de 21 millones de pesos. Justamente a días del decreto presidencial que crea la reserva para la Cuenca del rio Coatzacoalcos. ¿Cumplirá su amenaza Esteban Bautista de cerrar las válvulas de la presa? ¿o los alcaldes desviarán recursos para complacer sus exigencias? En tiempos en que presumimos vivir en un Estado de Derecho, la actitud de este alcalde está fuera de su contexto, falta poco para saber si lo llaman al orden o le “soban” la mano para calmarlo porque el agua es de la nación y el Estado tiene todo el derecho y el poder para que así sea.