El proceso electoral mexicano viene expresando características muy diferentes a las anteriores, quizás un poco similares a las de 1988 aunque en circunstancias políticas y sociales diferentes: ya no hay partido hegemónico, los partidos con registro se agrupan en coaliciones, de tres candidatos a la presidencia uno no priista se percibe puntero desde el arranque de las campañas y su discurso central plantea un cambio revolucionario, por vez primera ni el PRI ni el PAN figuran como aplanadoras y lucen como si avanzaran a la derrota. Carlos Marx manifestó que  “las revoluciones son las locomotoras de la historia”, lo que se vive en el actual proceso electoral ¿será porque la sociedad mexicana se subió a ese tren?