Con lo publicado acerca del boato en la vida de la señora Macías y conocida la denuncia presentada por el Fiscal Winkler en su contra, sería lamentable saber que la señora escapó con rumbo desconocido; levantaría una ola de indignación y coraje pues si ya existe orden de aprehensión y está ubicada la presunta delincuente nada explicaría justificadamente su fuga, y comenzarían a formularse conjeturas sobre ése hipotético escape. Además, no se oculta a los conocedores del Derecho Penal lo inusitado del anuncio del Fiscal sobre una orden de aprehensión pues un mandamiento judicial no debe publicitarse, de ocurrir esto se incurre en violación del artículo 348 del Código Penal. Incurrir en un error de esta naturaleza haría presente un “sospechosismo” inevitable.