De muy impropia pudiera calificarse la declaración de la consejera del OPLE, Julia Hernández García, sobre la conveniencia “lo ideal” le llama ella, de un voto diferenciado en la elección del 1 de julio próximo. Tal expresión más parece un llamado a votar en contra de quien así lo ha pedido en su discurso de campaña que una sugerencia para fortalecer el sistema de pesos y contrapesos de un gobierno. No queda bien a una consejera entre cuyas obligaciones  está la de permanecer imparcial y transmitir confianza y seguridad en los trámites finales de un proceso electoral. El OPLE debe ser un órgano autónomo, ajeno a todo tipo de intervención fuera de su cometido principal: otorgar confianza a los resultados, aplicar la ley sin miramiento alguno. Ojala no estemos en presencia de un renovado Instituto Electoral Veracruzano.