Es interesante el reportaje de Roxana Aguirre, en La Jornada Veracruz, sobre el asunto del empresario Alejandro Cosío, quien prestó servicios subrogados de hemodiálisis en hospitales del Sector Salud veracruzano de diciembre de 2016 a marzo de 2017. Pero “ante la falta de pago” suspendió el servicio. Lo interesante radica en la referencia de Cosío a una “comisión… primero de 15 por ciento y después de 8 por ciento de entonces el total de la deuda para permitirle seguir laborando”. No aceptó, dice, y le rescindieron el contrato para entregárselo a una empresa poblana “que además cobra más de 40 por ciento de lo que yo cobraba (…)” y lanza una acusación “para mí, el secretario de Salud es un corrupto por permitir esto”. Ahora Cosío debe presentarse al ministerio público para responder a una denuncia en su contra formulada precisamente por el Secretario de Salud y el responsable administrativo del Sector.