Al conocer la noticia sobre la denuncia de Duarte de Ochoa por daño moral contra el gobernador Yunes Linares cualquiera imaginaría un hombre aburrido buscando en que entretenerse en la aburrida soledad de su celda; pero tras conocer que el despacho jurídico Del Toro Carazo, que llevaba su defensa ya no lo hará más, entonces la percepción cambia. ¿Por qué un prestigiado despacho renuncia sin más a seguir un caso que “no deben resistir un debido proceso penal…?” Es decir, casi casi lo tiene ya ganado. Mar de fondo debe haber porque ni la denuncia de Duarte de Ochoa contra el gobernador tiene sustento serio, ni la renuncia del despacho a seguir en su defensa resulta convincente.  x