Suena interesante el diferendo entre el INE y MoReNa, en el cual ya interviene el próximo presidente de México al calificar de “vil venganza” la multa impuesta a su partido por el órgano electoral. Aunque en la ortodoxia política mexicana le correspondía a la presidenta de MoReNa dar respuesta a los argumentos del INE, ha sido AMLO quien lo hizo en un gesto inusitado para quien será presidente de México. Ya le contestaron desde el INE poniendo “evidencias” como prueba base multa, ahora el turno es del Tribunal Electoral Federal, última instancia a cuyo cargo queda el dictamen final. Si la multa resiste la embestida política el INE sale fortalecido como institución autónoma; si se echa abajo sufrirá fuerte abolladura, mientras MoReNa aumentará su crédito.