No hay de otra para Graco Ramírez ahora que entregará el poder a su archienemigo político, Cuauhtémoc Blanco, quien le ganó en las buenas y en las malas; y no porque el ex jugador de futbol sea una maravilla política sino porque Graco hizo uno de los peores gobiernos en la historia de Morelos y la gente se lo reclamó votando por Blanco y por AMLO. Pero, ingenioso como suelen ser quienes luchan por su libertad, Graco ha ideado hacer la entrega recepción de la manera más virtual posible: narrando el estado de su administración pero nada de documentos. Eso sí se hará “bajo los principios de confianza, cooperación, flexibilidad y adaptabilidad, respondiendo con rapidez, eficacia y eficiencia, potencializando su actuar; pudiendo, además, hacer uso intensivo de las tecnologías de la información y comunicación, así como conformar grupos de trabajo para el cumplimiento de su objeto”. “Genial”, ¿no?