Estamos en los prolegómenos de un gobierno devenido de un apoyo popular sin precedentes en nuestro país, acaso Juárez y Madero gozaron de ese privilegio, sin embargo a AMLO la ciudadanía le entregó el carro completo sin ningún reparo: la presidencia de la república y el Poder Legislativo para hacer y deshacer cuanto considere será conveniente para la sociedad mexicana. Por su parte, AMLO y su equipo se han adueñado de la agenda pública, ocupan todo el diagrama de la comunicación social de tal manera que ya se conocen a detalle sus primeros movimientos: nuevas refinerías, descentralización de la administración pública, ahorra en el gasto corriente, etc. Hasta ahora todo está bien, aunque todavía en el campo de los proyectos. Habrá que esperar a los primeros pasos, cuando ya sea gobierno, las expectativas son muchas y el tiempo no es muy largo.