CAMALEÓN

Por Alfredo Bielma

Un mes despuésDel primero de julio a la fecha han transcurrido pocos días, según nuestro calendario se compendian en un mes, sin embargo durante ese breve lapso ya se están fraguando los cambios políticos del porvenir, aunque por el momento todo queda en la imaginaria política y así permanecerá hasta que López Obrador tome posesión del cargo de presidente de la república, y comience el inevitable contraste entre los proyectos y la realidad. Digamos que la fase actual está en capullo, viene el de la oruga y después sabremos cómo volará la mariposa; en ese decurso sabremos si habrá vientos de fronda o turbulencias y fuertes marejadas sociales.   

Por el momento nos encontramos en los prolegómenos de un gobierno devenido de un apoyo popular sin precedentes inmediatos en nuestro país, acaso Juárez y Madero gozaron de ese privilegio, y ahora a AMLO la ciudadanía le entregó el carro completo sin ningún reparo: la presidencia de la república y el Poder Legislativo para hacer y deshacer cuanto considere será conveniente para la sociedad mexicana. De inicio, AMLO y su equipo se han apropiado de la agenda pública, ocupan todo el diagrama mediático de tal manera que ya se conocen a detalle sus primeros movimientos, los 50 puntos de su programa de gobierno que incluyen nuevas refinerías, descentralización de la administración pública, ahorro en el gasto corriente, etc. Hasta ahora todo va bien, aunque se levantan polvaredas. Para una mejor semblanza habrá que esperar a los primeros pasos, cuando ya sea gobierno, pues las expectativas son muchas y el tiempo apremia.

A la vez, el descomunal respaldo electoral que la ciudadanía dio a AMLO produjo efectos devastadores en los partidos políticos derrotados, excepto Morena que emerge como el nuevo sol en la alborada mexicana. El PES y el PANAL llevaron la peor parte porque desaparecieron del esquema partidista de México; junto a ellos también se dio la cabal extinción de la partidocracia, pues ya no tendrán ocasión para el cabildeo usufructuario, recabador de jugosas canonjías. Esto último es la faceta inmediata del cambio, y ahora a esperar que tras la próxima elección federal, 2021, desaparezcan el PT, MC y el Verde Ecologista porque son entelequias cuya existencia reporta beneficios a unos cuantos, aunque  a los del PRD esa visión los trae sin dormir. El terremoto político también ocasiona en el PRI serias incertidumbres, porque en 2000 se levantó gracias al poder territorial, 19 gubernaturas lo sostuvieron, pero ese patrimonio ya se redujo a solo 12, entre las cuales ya no está Veracruz y el Estado de México solo cuenta en la imaginaria.

El discurso de AMLO avisa de un cambio en la actitud del nuevo servidor público, de quienes lo acompañarán para implementar el proyecto de la Cuarta Transformación teniendo como guía de conducta la honestidad y la eficiencia. En Veracruz, Cuitláhuac García tiene similar discurso e idénticos propósitos, hasta allí todo va bien. Sin embargo, si bien los proyectos son halagüeños y se encaminan hacia el bien común, habrá que ver cómo asimilan los nuevos funcionarios el impacto de su relación con el Poder, pues venir del anonimato a los reflectores de la adulación y las franquicias que otorga el cargo configura un status diferente. Ese es un reto a vencer, un auténtico imponderable difícil de eludir, pues ese fenómeno radica en los oscuros rincones de la condición humana.

En ese ámbito de la naturaleza humana encajaría la insoslayable actitud adoptada por algunos integrantes de la actual legislatura local, cuyas dotes de trapecistas los han llevado de una a otra bancada. En ese lúdico trapecismo han destacado las señoras Eva Cadena y Miriam González, rescatadas del anonimato por Morena, convertidas después en “independientes”, y ahora se incorporan a la bancada panista; es decir solo hacen efectiva su filiación porque en los hechos su colaboracionismo con el proyecto blanquiazul está plenamente comprobado, pues han estado en disponibilidad para ser utilizadas al ritmo de las estrategias de ese partido. Aunque a doña Eva el mal fario la acompaña donde va porque desde el CEN panista ya rechazaron su incorporación  ese partido.

Con la forma en cómo Cuitláhuac García da a conocer a la opinión pública la identidad de quienes lo acompañarán en su gobierno a partir del 1 de diciembre próximo se comprueba la tesis de que cada gobernador actúa según su estilo personal. Antaño, hubo gobernadores electos que dieron a conocer el nombre de sus colaboradores un día antes a la toma de posesión, otros con una semana de anticipación. Cuitláhuac García ha anunciado que dosificará sus nombramientos y los dará a conocer en la Plaza Lerdo como ya lo hizo con Eric Cisneros, quien lo asistirá en la Secretaría de Gobierno, un dato conocido 15 días antes desde la comida en Otatitlán. También adelanta que el 6 del mes en curso revelará su nombramiento en Sedecop, aunque el nombre de Ernesto Pérez Astorga ya circula con mucha anticipación en mentideros políticos. Así pues, cada quien trae su librito bajo el brazo y lo lee a su manera. Sin embargo, estos son solo rounds de sombra, a partir de diciembre la prueba será en los hechos, única condición sine qua non para salir adelante.

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