Aquello de “la forma es fondo” toma cabal vigencia en los procesos electorales: no es lo mismo un candidato aspirante a presidente que un candidato a presidente electo y éste no se equipara con un presidente electo, que a su vez requiere la unción del Congreso para formalizar su carácter de presidente en funciones. En ese formulismo de las formas y los contenidos cabe la actitud del actual presidente Peña Nieto y de quien ser´´ su sucesor, en esto se combina el estilo con las circunstancias. Antaño, cuando el sucesor presidencial era del mismo partido el presidente electo guardaba todas las formas para no interferir con el presidente en funciones, la colaboración entrambos era muy discreta. Pero aquí es diferente porque AMLO era oposición y su estilo impone otra conducta, sin embargo se guardan las formas de respeto institucional y no cabe la menor duda que Peña Nieto enviará al Congreso la iniciativa de creación de la Secretaría de Seguridad Pública, como lo solicitó AMLO. Los pleitos son entre los de abajo, arriba se entienden mejor.