Este día se destacaron dos noticias. Primero la buen: la entrega de constancia que le otorga la calidad de presidente electo a Andrés Manuel López Obrador, a cargo de Janine Otálora, magistrada  presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial, y la noticia mala: absolución de Elba Esther Gordillo de los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada, hecho que ha sido calificado como una “coincidencia histórica” por Olga Sánchez, futura secretaria de gobernación en el gobierno de AMLO. Pero la población mexicana no tiene la misma opinión respecto de un personaje tan polémico y cuestionado como la profesora Gordillo. Y si Olga Sánchez no hubiera pronunciado eso de la “coincidencia histórica”, hubiera parecido más bien una mala jugada a López Obrador que el prolegómeno de su “amor y paz”.