La fiscalía estatal recibe otro revés, el turno ahora es de César del Ángel, a quien se concedió el amparo para que el Juez de Control deje insubsistente la resolución de 16 de mayo de dos mil 2018. Acusado de motín, estragos e incitación a cometer un delito, Del Ángel fue momentáneamente recluido en Pacho Viejo pero debido a “su enfermedad” y por razones de edad ha pasado casi todo el tiempo de su proceso en un cuarto del área privada del Centro de Especialidades Rafael Lucio, con un policía a su puerta pero con chance de estirar la pierna en los pasillos, comer lo que le llevan y recibir visitas de manera discrecional, una forma de aplicar la ley muy sui géneris en nuestro país, a juzgar también por los casos de Elba Esther Gordillo y Granier. A este paso está resultando llamativo para los de la tercera edad conseguir un trabajo en el gobierno, robar todo lo que se pueda y, si son procesados, ser “encarcelado” en un cuarto de hospital. “¡Qué chulo, veraneando”, decía el clásico.