Cualquier gobierno democráticamente electo está sujeto a la evaluación pública y una de las fórmulas para expresarse la tiene la opinión pública a través del voto, esta eventualidad atribuye especial importancia a las elecciones intermedias, o sea las de mitad del periodo para el cual fue electo el titular del poder ejecutivo. En México ya conocemos de ese método de medición, y en la aldea veracruzana se ha puesto a prueba. Obviamente ese procedimiento no solo es aplicado en nuestro país, lo estamos comprobando en las elecciones parlamentarias del 6 de noviembre próximo en que están en juego 435 escaños en la Cámara baja, un tercio de los que están en el Senado y 36 gubernaturas estatales. Por el resultado sabremos cómo le irá a Trump y los republicanos, aunque se predice un triunfo para los demócratas. En México hasta el 2021.