Está demostrado que cada gobernador trae bajo el brazo un libro, que quizás sea el mismo al de los otros, la diferencia estriba en la forma de leerlo, de aprovechar su sustancia y de aplicarla para lo que mejor convenga a la población. Parte del estilo de cada quien, empieza a conocerse por los detalles, como la forma de designar a sus colaboradores. La de Cuitláhuac García la estamos presenciando, nombra a cada colaborador en su lugar de origen, así lo anunció en Otatitlán con Erik Lagos, en Coatzacoalcos Roberto Lagos Alor, en Veracruz con Ernesto Pérez, con Xóchitl Arbezu Lago, en Minatitlán, con María Guadalupe Arguelles Lozano en Tantoyuca; igual hará este día en Martínez de la Torre con Eduardo Cadena Cerón o Raymundo Andrade, quien sea martinense, y así sucesivamente. Aunque al grueso de la población lo único que interesa es la eficiencia y el interés con que desempeñen sus respectivas responsabilidades. Para eso se les paga.