Poco a poco, conforme se acerca el día en el cual habrá de asumir el mando presidencial y recibir con ello la pesada carga de esa responsabilidad nacional, Andrés Manuel López Obrador quita decibeles a sus declaraciones públicas y atenúa el mensaje utilizado en campaña sobre marcha atrás en la reforma energética. Para calmar ánimos se reunió con integrantes de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) y de la Asociación Nacional de Productores de Hidrocarburos: Shell, ExxonMobil, Statoil, Pemex, entre ellos, a quienes expresó se respetarán sus contratos “en la medida que nosotros estemos cumpliendo los compromisos…” dice el presidente de Amexhi, Alberto de la Fuente (Shell)… nos vamos con la tranquilidad de que nuestros contratos serán honrados” (…) “Sí hay confianza. Nos quedamos con mucha certidumbre, con la tarea clara de ponernos a trabajar”.