En el escandaloso saqueo a Veracruz la señora Karime Macías figura como una de las cómplices más hiperactivas de aquel trágico instante de nuestra historia estatal, acusada por uno de sus coactares más cercanos, Tarek Abdalá, como quien ordenaba a qué empresas contratar y el monto del contrato, configurando así un desvío incalculable de recursos públicos hacia cuentas personales, lavado de dinero, pues. Pero, mientras este gran atraco ocurría ¿dónde estaba el Contralor del gobierno estatal que no se percató ni observó de esa sangría presupuestal? No consta en ningún registro una observación en la cual se haya asentado desvío alguno, la ceguera es sospechosa, por lo menos. No por nada el actual gobernador calificó a Ricardo García como “la tapadera de Duarte”, sin embargo inexplicablemente no se ejerció acción alguna en su contra. “Cosas veredes Mío Cid que harán hablar las piedras”