A Miguel Ángel Mancera lo hizo crecer su ex jefe Marcelo Ebrard quien lo catapultó al gobierno de la actual CDMX haciéndolo candidato del PRD, pero cuando se sintió con alas para volar solo decidió soltar sus amarres con Ebrard y tomó el camino de San Pedro; Ebrard tuvo que emigrar y Mancera se convirtió en virtual cacique del PRD en la gran ciudad de México. Si Ricardo Anaya hubiera sido el candidato vencedor quizás estuviéramos escrutando el significado de un gobierno de coalición diseñado por Mancera, su postulante ideológico, sin embargo, la realidad política impone a Mancera la condición de coordinar la liliputiense bancada perredista en el senado, cada vez más minúscula porque de seis que eran hace apenas un mes uno ya se fue al Verde Ecologista, o sea Mancera coordina a cuatro senadores. Paradójicamente Mancera no está afiliado al PRD y quizás le corresponda inhumarlo en el senado.