Durante la campaña presidencial, en uno de los debates entre candidatos presidenciales José Antonio Meade le reprocha a López Obrador que estaba engañando a la gente de Campeche al ofrecerles la construcción de una refinería en la Península de Atasta, por lo improcedente, costoso y poco conveniente. Lo de improcedente, se supone, es por la cercanía con la de Dos Bocas, Tabasco, lo de costosa, porque sería un dinero invertido en proyectos de dudoso sustento, y lo de inconveniente, porque la producción petrolera de nuestro país va en declive y el petróleo está en vías de ser desplazado como energía motora. Pero lo de llamar la atención es que AMLO anuncia una consulta pública para que la gente, el pueblo, decida si se hace o no la refinería en Campeche, un procedimiento que no se aplica a la de Dos Bocas, Pero, de cualquier manera, si la consulta sigue la singular metodología aplicada en lo del aeropuerto de la CDMX la decisión seguirá estando a voluntad de ya saben quién.