A punto de concluir 2019 en el PRI no dan señales de reactivarse después del tremendo nocaut electoral propinado por MORENA, la señora Ruiz Masseiu no atina a despertar y a leguas es posible advertir ve que le queda muy grande el cargo de presidenta del PRI y el reto que tiene enfrente. Si algo pudiera ser peor, lo refleja en Veracruz la dirigencia estatal, miope, sin estímulos pero acaso también sin talento para arrostrar la desventura del priismo local que, dividido y somnoliento, transcurre en la triste inopia